José Miguel Lukaszewicz, el "mentor" de aquella campaña de Alvarado en 1992.
por Vito Amalfitano
El empresario José Miguel Lukaszewicz, un verdadero precursor, fue convocado para ayudar en fútbol hace tres décadas y se tranformó en el “alma mater” y el “creador” de un equipo único de Alvarado, con esa vocación de servicio de los viejos dirigentes, pero con escasa experiencia anterior.
Lejos del “stress” de aquellos días, José Miguel vive días de tranquilidad pero disfruta de este momento de Alvarado. Con LA CAPITAL recordó aquellas campañas de las que fue mentor y que culminaron con esa final perdida de 1992 con el estadio San Martín lleno como nunca.
“En lo personal fue una gran frustración por no poder llegar al fin propuesto. Pero el inicio de lo realizado tiene que ver con apoyar a un amigo, Bruno Filieri (quien hoy vive una situación delicada de salud) y por acercarme a su corazón me enamoré de uno de sus amores, el fútbol y Alvarado”, recordó Lukaszewicz en el comienzo de la charla.
“Un día visité a Bruno en su lugar de trabajo, en aquel galpón de Juan B. Justo y me comentó que se había convertido en presidente de Alvarado y que al llegar al club no había ni pelotas. Así que compramos las primeras pelotas, me invitó a un entrenamiento y empezamos a soñar”, expresó el empresario y directivo.
“Y la verdad es que soñamos en grande para representar a la ciudad. Imaginaba yo que un logro deportivo que instalara a un equipo de la ciudad significaría un aporte para toda Mar del Plata”, remarcó. “Es más, imaginaba que debiamos llegar dos equipos. uno a la A y el otro a la B Nacional, pensaba en el posicionamiento de la marca Mar del Plata”, confesó Lukaszewicz, y fue realmente cercano a una premonición si el domingo finalmente se logra el ascenso de Alvarado.
“El mayor y mas lindo recuerdo fue ver la cantidad de gente que llegó al San Martín, sentir que era posible”, recordó con emoción.
“El futbol es una pasión intensa que te lleva a vivir con absoluta entrega, y vaciar esa pasion lleva su tiempo, y deja sus marcas; me llamo feliz por haber vivido aquel momento, fui la cara visible de un sueño colectivo y siempre he sentido que significó algo muy importante en mi vida”, expresó también.
“La ciudad sigue necesitando otro equipo, sigue habiendo una barriada enorme queriendo parir su sueño y tal vez el dia este llegando y deseo en lo más hondo de mi corazón que este tiempo sea el tiempo”, finalizó Lukaszewicz.